LA COLEGIATA DE TALAVERA

Una de las series documentales más llamativas y, a la vez, menos conocidas de nuestro archivo son los expedientes de restauración de monumentos. Se trata de un conjunto que supera los 150 expedientes, cada uno producido como consecuencia de la restauración de algún monumento histórico o artístico de nuestra provincia, realizadas por el Ministerio de Cultura entre los años 1971 y 1994, aunque la mayoría se datan en los años 80 del siglo pasado. Hoy nos vamos a fijar en la restauración que entre 1981 y 1985 se realizó a uno de los más importantes monumentos arquitectónicos de nuestra provincia: la Colegiata de Talavera de la Reina.

Fachada de  la Colegiata de Talavera

Parece que el solar de este templo hubo ya un templo romano y quizá también visigodo. Lo que sí está claro es que desde muy poco tiempo después de ser conquistada la ciudad por los cristianos a los musulmanes, esta iglesia ya gozaba de preeminencia sobre las demás. Por ejemplo, sabemos que de ella partía la solemne procesión del Domingo de Ramos. A principios del siglo XIII consigue el estatus de “colegiata”, es decir, que contaba con un “colegio” o “cabildo” de sacerdotes encargados de su administración, presididos por un “deán”, mientras que las parroquias normales solo contaban con un párroco. Para los que no estéis muy duchos en estas cuestiones conviene aclarar que las “catedrales” también cuentan con un cabildo y un deán, pero además son sede de la “cátedra” del obispo. Es decir, que nuestra iglesia tenía cabildo y deán, pero no obispo.

Alzado de la fachada

El magnífico templo se construyó en sus líneas fundamentales entre los siglos XV y XVI en un estilo gótico mudéjar, al que se añadieron algunos espacios en el siglo XVIII, singularmente el cuerpo superior de la airosa torre. Sufrió bastante con la invasión francesa y después con un grave incendio en 1846. Todo ello contribuyó a que perdiera su condición colegial en 1851, quedando reducida a simple parroquia. Sin embargo, no ha dejado de ser considerada la más importante iglesia de la ciudad hasta hoy.

Como es natural, a lo largo de su historia el edificio ha sufrido abundantes reformas y restauraciones. En nuestro archivo hemos encontrado rastro de dos restauraciones recientes. De una de ellas, realizada en 1963, solo sabemos que se trató de una intervención en las cubiertas y poco más. Pero de la que se desarrolló entre 1981 y 1985 conservamos el expediente administrativo completo, incluyendo el proyecto con sus correspondientes y espectaculares planos. Se trataba aquí de una restauración amplia de la sacristía el claustro y la torre, dirigida por el arquitecto José Manuel González Valcárcel, quien ya habría realizado las restauraciones del Corral de Comedias de Almagro o del Museo del Romanticismo, y quien inmediatamente después de esta obra realizó la restauración del Teatro Real de Madrid.

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