NIEVE EN TOLEDO

Para nuestro último post del año no nos hemos resistido a buscar una imagen de Toledo nevado, algo que, desgraciadamente, cada vez es menos frecuente. En este caso se trata de una fotografía de la iglesia de San Lucas y el Jardín de los Doctrinos, que posiblemente haya que fechar en el primer tercio del siglo XX. Antes de hablaros de esta iglesia y de la leyenda que se le asocia, permitidnos algunas palabras sobre la propia fotografía.

Album 4-1241

La imagen procede del inagotable fondo “Rodríguez”. Se trata de un positivo realizado a mediados de los años 80 del pasado siglo, a partir de un negativo estereoscópico sobre placa de cristal, que también conservamos. Como podéis comprobar, no tiene gran calidad técnica, pero algunos de sus defectos pueden explicarse, quizá, por lo que sabemos de su manipulación. Tras la compra del fondo por parte de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en 1984, y hasta que llegaron al AHPTO diez años después, las fotografías pasaron por múltiples avatares. Entre ellos se incluye la entrega a la Academia de Infantería de un grupo de negativos para que los alumnos hicieran prácticas de revelado. El resultado fueron varios álbumes de positivos que facilitan el uso de las imágenes, pero también el desorden y el deterioro de los negativos originales. Quizá este sea el origen de algunos de los defectos de esta imagen, que no se aprecian en la placa original. Pero es que, además, esta placa estereoscópica ha sido partida por la mitad para dejar solo una de las dos imágenes. No entraremos a valorar estas actuaciones.

Vayamos, pues, con nuestra iglesia. San Lucas es una construcción originaria del siglo XII, aunque hay referencias muy anteriores. De hecho, es una de las parroquias mozárabes de Toledo, es decir, uno de los lugares de culto de las comunidades cristianas toleradas durante el período de dominación musulmana de la ciudad, entre los siglos VIII y XI. Pero, como decimos, la construcción actual es posterior, en estilo mudéjar. No deja de resultar significativa una iglesia utilizada por cristianos bajo dominio musulmán que ha sido reconstruida según la tradición musulmana bajo dominio cristiano. Por cierto, que parece que los últimos obispos mozárabes de la ciudad se enterraron en el pequeño recinto que se aprecia junto al templo, que fue cementerio parroquial y que hoy conocemos como Jardín de los Doctrinos.

La iglesia fue reformada en el siglo XVII para albergar la capilla de la Virgen de la Esperanza, relacionada con una de las más sabrosas leyendas de la ciudad.

Se cuenta que, tras la conquista cristiana, los parroquianos de San Lucas, agradecidos, ofrecieron a la Virgen de la Esperanza una salve cada sábado. La costumbre se mantuvo hasta que, a finales del siglo XV, el encargado de mantenerla pensó que había mejores formas de gastar su tiempo, y abandonó la tradición. Pero pronto corrieron rumores de que todos los sábados, estando el templo cerrado, salían de él voces angelicales cantando la oración que su mantenedor había olvidado. Don Diego, que así se llamaba el impío caballero, se decidió a acabar con estas fantasías y, acompañado de numerosas personas, irrumpió un sábado en el templo. Allí, en lugar de los ladrones que esperaba encontrar, vio a varios ángeles cantando la Salve ante la imagen de Nuestra Señora de la Esperanza. Naturalmente, Don Diego cambió su vida y se dedicó desde entonces a promover esta oración, siendo conocido como Don Diego de la Salve. Claro que las versiones más antiguas de esta historia nos cuentan que el tal Don Diego simplemente fue un piadoso toledano que reanimó el canto sabatino de la Salve, un tanto decaído por el paso del tiempo. Nada nos impide recordar la bonita leyenda sin olvidar la prosaica realidad.

Feliz Navidad… con empleo

Hoy se ha publicado la Oferta de Empleo Público de Castilla-La Mancha para 2017. En ella se incluyen varias plazas de archivos:

  • 1 de la Escala Superior de Archivos, Bibliotecas y Museos, especialidad Archivos (grupo A1)
  • 4 de la Escala Técnica de Archivos, Bibliotecas y Museos, especialidad Archivo (grupo A2)
  • 9 de la Escala Administrativa de Archivos y Bibliotecas, una de ellas para personas con discapacidad general (grupo C1)
  • 7 de la Escala Auxiliar de Archivos y Bibliotecas, una de ellas para personas con discapacidad general y otra para personas con discapacidad intelectual (grupo C2)

Además, se convocarán dos plazas de técnicos de bibliotecas y una de técnico de museos. Las correspondientes convocatorias de cada proceso selectivo se publicarán a lo largo de 2018. Hacía mucho tiempo que en nuestra región no se convocaban estas plazas. Sin duda, es una gran noticia navideña.

Y, por supuesto, aprovechamos la ocasión para desearos a todos una muy feliz Navidad y que el año que vienes os traiga toda suerte de alegrías.

Felicitación de Navidad con la Puerta de Alfonso VI

LOS ARBOTANTES DE SANTIAGO EL NUEVO

Talavera de la Reina alberga algunos de los mejores ejemplos de arquitectura mudéjar de nuestra provincia, mucho menos conocidos que otros pero no menos interesantes. Un ejemplo es la iglesia de Santiago el Nuevo, una auténtica joya medieval.

Las primeras noticias que tenemos de esta iglesia datan de mediados del siglo XII, quizá asociada a una hospedería, aunque la construcción del edificio actual es del siglo XIV. En su fachada norte se encuentra una capilla construida algo más tarde, pero, en realidad, el edificio apenas ha tenido remodelaciones desde entonces y se conserva casi intacto. Fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1931.

Entre sus peculiaridades destacan el hecho de no tener ábside (lo que ha hecho especular sobre su posible uso anterior como mezquita) y, sobre todo, su fachada oeste. En ella encontramos un espléndido rosetón y, bajo él, una galería de ventanas muy estilizadas, con arcos polilobulados que inmediatamente nos recuerdan el arte mudéjar y la cultura árabe en general. Así lo vemos en esta foto, procedente de la web talaverana “La mejor tierra de Castilla”.

IMG_5434

En esta misma fachada encontramos el grupo de arbotantes que forman quizá la imagen más característica de esta iglesia. Como sabéis, los arbotantes, típicos del arte gótico, son arcos exteriores al edificio que sirven para sujetar la cubierta, transmitiendo el peso a unas columnas, también exteriores, llamadas contrafuertes. En el caso de Santiago el Nuevo, los contrafuertes han quedado ocultos por las casas construidas al otro lado de la calle, de manera que los arbotantes forman una especie de puentecillos por encima de la vía, dando lugar a una curiosa imagen. Es lo que vemos en esta fotografía, procedente del fondo “Rodríguez” de nuestro Archivo, y que también está en nuestra exposición “Edificios de papel”.

01B-14

La devoción de los talaveranos medievales por Santiago debió ser grande, porque en la misma ciudad existe otra estupenda iglesia mudéjar, de la misma época y también dedicada a Santiago aunque llamada “el Viejo”. Es importante no confundir ambos templos, pese a su cercanía geográfica, cronológica y de advocación.

LA CAPILLA DEL ARCEDIANO CEPEDA, EN LA CALZADA DE OROPESA

A finales de 1612 el arcediano de Oropesa y canónigo de la catedral de Ávila, don Diego Cepeda Carracedo, se decide a hacer realidad el sueño de su difunto tío, el inquisidor Bartolomé Martínez Carracedo, y erigir a su costa una capilla en la parroquia de su pueblo, Calzada de Oropesa. Encargó el proyecto al “maestro de obras” (arquitecto) abulense Juan Vela. Según este proyecto, firmado el 1 de enero de 1613, la obra deberá hacerse en el plazo máximo de un año con un coste máximo de 1.500 ducados, y entre las condiciones “a de echar en medio de la capilla o donde mandare el dicho señor arcediano dentro de ella dos laudes de a siete pies de largo i tres de ancho, i echar en ellos la armas i letreros que le dieren, i labrarlos en la forma que van señalados en el alçado de la entrada de la capilla, y así mesmo de echar las armas en la clave de la capilla y en el escudo de sobre la puerta, i hacer i dejar en la perficción que lo muestra la traça los dos entierros puniendo en ellos las armas i letreros que le ordenaren”. Como todos los documentos de este asunto, estas trazas o dibujos se conservan en nuestro archivo, y podéis verlas en nuestra exposición “Edificios de papel”.

Ya tenemos el proyecto. Ahora, hay que buscar quien lo ejecute, lo que hoy llamaríamos “el contratista”, para lo que se recurre al medio habitual de la época: echar pregones. Así se hizo en Oropesa durante varios días, empezando por el 24 de enero. Se presentaron dos artesanos, el carpintero Nicolás de Aguirre y el albañil Diego Esteban, que “hacen postura” por 1.250 ducados. Ambos se presentan como “residentes” en Oropesa, no “vecinos”, lo que indica que son forasteros. Finalmente, el 28 de febrero se redacta ante notario el contrato definitivo entre los artesanos con sus respectivas mujeres, los representantes del arcediano Cepeda, los fiadores de ambas partes y los testigos de rigor; de este documento destacaremos la obligación de los contratistas de pagar a los peones y oficiales al final de cada semana, así como el curioso signo notarial, más parecido a un escudo heráldico.

IMG_1010

No hay obra sin problemas, y aquí llegarían enseguida. El 2 de mayo Aguirre y Esteban (que, por cierto, ya son considerados “vecinos”) reclaman el pago del primer plazo, que se les debe, y se quejan de que han tenido que adelantar el salario de oficiales y peones, y el coste de los materiales y de los bueyes y carretas necesarios. Los representantes del arcediano aseguran que pagarán, pero el 16 de agosto los contratistas vuelven al notario a quejarse de que, estando en pleno trabajo, “se nos a mandado çesemos en la dicha capilla… en lo qual resçibimos mucha pérdida, daños y menoscabos”; de nuevo los promotores aseguran que pagarán los gastos, pero parece claro que la obra se paralizó.

Hay algo más. Cinco años después, en febrero de 1618, el abogado del arcediano reclama a Diego Esteban que termine el trabajo según estaba previsto, puesto que el albañil ha recibido todo el precio acordado pero “no está acabada la dicha obra ni se acabará con otros cuatro mil reales que en ella se gaste”. De su escrito se desprende claramente que Nicolás de Aguirre había muerto y que su viuda debía asumir su parte del contrato. Pocos días después, Esteban se excusa diciendo “que no avía proseguido la dicha obra por la mucha agua que a llovido de un año a esta parte y al presente llueve, y que en escampando y haciendo buen tiempo para trabajar trabajará en la dicha capilla”. Es la última noticia que tenemos de esta construcción.

LAS TRES VIDAS DEL GOBIERNO CIVIL

La provincia es una de las instituciones más estables de nuestro país. Como es sabido, fueron creadas en 1833, después de algunos intentos anteriores, y han permanecido casi inalteradas hasta hoy. Al frente de cada provincia se situó un “Subdelegado de Fomento” como funcionario representante del poder central y encargado de ejecutar sus decisiones, excepto en el ámbito militar. En 1849 se sustituyó por un “Gobernador Civil”, que también sería presidente de la Diputación Provincial hasta 1925, lo que producía frecuentes confusiones entre ambas instituciones. Hay que decir que desde 1881 también la Delegación de Hacienda funciona de manera independiente.

La primera ubicación del Gobierno Civil de Toledo fue el antiguo convento de los jesuitas, donde compartía instalaciones con otros organismos, entre ellos la Diputación Provincial hasta que esta se trasladó a su nuevo edificio en 1898. Pero el Gobierno Civil tendría mala suerte. El 1 de febrero de 1921 se declaró un gran incendio en el edificio, que afectó especialmente a sus oficinas, incluyendo su archivo, que quedó completamente calcinado. Mejor suerte corrieron otros organismos, como la Junta de Beneficencia o la Delegación de Hacienda.

IncendioHacienda

Esta última permanecería en la misma ubicación hasta hoy, pero el Gobierno Civil tuvo que buscar acomodo en otra parte y antes de 1928 ya estaba instalado en la plaza de Zocodover, al norte del Arco de la Sangre. Pero tampoco aquí tendría nuestra institución una vida más tranquila. Entre julio y septiembre de 1936 la popular plaza y todos sus aledaños se encontraron en medio del feroz asedio del Alcázar, con el resultado de la destrucción casi total de sus edificios. Las fotografías que muestran el estado en que quedaron, no por conocidas dejan de ser impresionantes.

01B-306

Acabada la guerra, el Gobierno Civil se reconstruyó en el mismo sitio entre 1942 y 1944. Aquí vemos una fotografía de las obras cerca de su finalización; podéis contemplarla en nuestra exposición “Edificios de papel”. También se pueden consultar más detalles en las publicaciones de la revista “Reconstrucción”, digitalizada por el Archivo Municipal.

Album 3-0859

Pero todavía el Gobierno Civil habría de sufrir un tercer incendio grave, esta vez en la madrugada del 8 de febrero de 1964. No sería tan destructivo como los dos anteriores, pero sí volvió a afectar seriamente al archivo. Por eso, en el AHPTO tenemos poca documentación de este organismo anterior a esta última fecha, y ninguna anterior a 1934.

POSITIVOS REPORTAJES A-221-6

La llegada de las Comunidades Autónomas hizo necesario replantearse el papel de los Gobierno Civiles y, después de algunas reorganizaciones internas, fueron suprimidos en 1997. Sus funciones pasaron a las Delegaciones y las Subdelegaciones del Gobierno. Las oficinas de Zocodover serían ocupadas por la nueva Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha, mientras que la Subdelegación del Gobierno en Toledo se instalaría en la calle de la Plata.