La semana pasada se inauguró en el Museo de Santa Cruz de Toledo una exposición sobre Juan de Borgoña, con ocasión de la recuperación de unas tablas suyas procedentes de la iglesia de la Santísima Trinidad de Alcaraz. Como sabéis, Borgoña fue un pintor que estuvo activo en Toledo durante los últimos años del siglo XV y principios del XVI y cuya obra principal son las pinturas murales realizadas para la Catedral, tanto en la Capilla Mozárabe como en la Sala Capitular. Casi nada se sabe de su vida hasta que aparece trabajando en nuestra ciudad en 1495, pero desde ese momento se le puede seguir la pista hasta su muerte en 1536 gracias, en gran medida, a los abundantes documentos referidos a él que se pueden encontrar en nuestro archivo. Hoy os ofrecemos una pequeña selección de estos documentos.

En primer lugar, tenemos la obligación que contraen Garci Álvarez de Cuéllar y Lorenzo de Toledo —quizá de familia conversa— de pagar la dote que Inés de Torquemada, hija de Diego de Torquemada y Teresa López, habría de llevar a su boda con el pintor Juan de Borgoña. Se trata de la segunda boda del artista, que había casado previamente con Quiteria Fernández, ya difunta. Este documento está fechado el 1 de octubre de 1514 y en su esquina inferior derecha podemos ver la firma del artista. En el protocolo notarial en el que se encuentra le sigue inmediatamente después la correspondiente carta de arras, fechada el 12 de octubre, en la que se especifica que el matrimonio ya se ha celebrado y además se alude a la muerte del padre de la novia. Todo parece indicar que ambas cosas sucedieron en un plazo muy breve de tiempo.

Del segundo documento os ofrecemos el detalle de la firma. Se trata del acuerdo entre Borgoña y Alonso de Vozmediano —quien, por cierto, fue un importante funcionario de la Hacienda de Carlos V— para pintar el retablo de una de las capillas de la iglesia de la Almudena de Madrid. El documento es extremadamente difícil de leer pero al menos podemos obtener sus datos fundamentales, incluyendo su fecha: 29 de enero de 1525.


Por último, dos documentos sobre sus últimas obras. El 16 de mayo de 1535 nuestro pintor, junto con el arquitecto Alonso de Covarrubias, que actúa como su fiador, se compromete a acabar la obra del retablo de la iglesia de Santa María de Escalona. El caso era que Borgoña se había contratado para hacer esta obra junto con “el Maestre Copín”, es decir, Diego Copín de Holanda, un escultor que había trabajado en el retablo mayor de la Catedral de Toledo y probablemente también en el de la iglesia de Alcaraz donde aparecieron las pinturas de la exposición que hemos mencionado. Pero Copín había fallecido, así que ahora “yo el dicho Juan de Borgoña acabaré el dicho retablo de talla y pincel y oro conforme a la dicha obligación hecha por mí y por el dicho Maestre Copín desde hoy día de la fecha de esta [carta] hasta el día de Corpus Christi del año venidero de mil y quinientos y treinta y seis años”. Al final encontramos la firma tanto de Juan de Borgoña como de Alonso de Covarrubias pero, como es sabido, el pintor tampoco llegará a terminar este encargo.

Para terminar, un documento realizado el 20 de diciembre de 1537, más de un año después de la muerte del pintor. Aquí, sus albaceas Alonso de Covarrubias, al que ya conocemos, y Luis de Borgoña, hijo de nuestro protagonista y de su primera mujer, acuerdan el nombramiento de tasadores para la obra del retablo de la iglesia de Cuerva, que Juan de Borgoña había concertado con la señora de la localidad, doña Sancha de Guzmán. Se especifica que “agora el retablo está fecho e acabado a costa del dicho Juan de Borgoña”, frase que hemos remarcado en la imagen. Merece la pena mencionar que los tasadores fueron los pintores Pedro de Comontes y Pedro Egas, este último hijo de arquitecto Enrique Egas. Como vemos, una estupenda ensalada de grandes artistas relacionados entre sí.