EL MÁS GRANDE DEL ARCHIVO

Nada más entrar a nuestra exposición “Historias de la Edad Media” el visitante se encuentra con un enorme pergamino de 2,5 metros de largo. Se trata, sin duda, del documento más grande que tenemos en nuestro archivo y no creemos que haya muchos archivos españoles que tengan documentos de este tamaño. El documento estaba descrito desde mucho tiempo atrás, pero no teníamos noticia de sus dimensiones. Era simplemente un pergamino que permanecía doblado, como muchos otros. Pero, al preparar la exposición, fuimos a desplegarlo y, ante nuestra sorpresa, hicieron falta varias personas para abrirlo por completo.

Vista general del documento
Vista general del documento

En realidad, no es un único pergamino, sino tres cosidos. Y no es un único documento, sino dos, cada uno de ellos con su inicial decorada. Al final de cada documento, el notario hace constar que está escrito en dos pergaminos, teniendo en cuenta que el segundo pergamino sirve para escribir el final del primer documento y el principio del segundo. La anotación del final del segundo documento es bastante clara: “el qual [público instrumento] va escripto en dos pieles de pergamino con esta en que va nuestro signo, e van cosidas con filo blanco e en las espaldas entre juntadura y juntadura va firmado de mi nombre”. Además, tiene los agujeros por donde pasaba el sello pendiente que debía llevar y que hoy está perdido.

Pero ¿de qué se trata? Pues de algo muy corriente: un censo. El monasterio de San Clemente de Toledo recibe a censo (es decir, en una especie de alquiler perpetuo) unas tierras que son propiedad de la Encomienda de las Casas de Talavera de la Orden de Calatrava. A cambio de disfrutar de estas tierras, sitas en el pago de Torremocha, en término de Azután, el monasterio pagaría a la Orden 26 florines de oro de Aragón y 20 maravedíes en blancas, a razón de dos blancas por maravedí. El hecho de tener que pagar en moneda extranjera indica la situación de crisis financiera en Castilla en ese momento. Los dos documentos se hicieron el mismo día, el 30 de diciembre de 1420, en el propio monasterio de San Clemente, y en realidad reflejan el mismo acto jurídico, uno desde el punto de vista de las monjas dominicas y otro desde el de los frailes calatravos. En cada caso, además de las fórmulas jurídicas correspondientes, se incluye un detallado deslinde de las tierras afectadas.

El primer documento nos cuenta además un trámite un tanto especial. En efecto, para este acto jurídico las monjas deben pedir licencia al deán de la Catedral, Juan Martínez de Contreras, que en ese momento es también vicario de la archidiócesis por ausencia del arzobispo titular y que, por cierto, llegará poco después a ser él mismo arzobispo de Toledo. El notario nos cuenta cómo se trasladan todos a la capilla de San Pedro de la Catedral y allí el deán pide su opinión a varias personas, para asegurarse de que el negocio no perjudicará al convento. Entre los consultados está el propio comendador calatravo, quien a su vez exhibe un poder para actuar en estos asuntos otorgado por el maestre, su superior. Todo esto, cuidadosamente anotado por el notario, alarga los trámites y también el documento. Al final, encontramos la firma manuscrita del deán y, por supuesto, el signo del notario como señal de autenticidad.

EN MARCHA LA EXPOSICIÓN SOBRE LA EDAD MEDIA

Ayer inauguramos nuestra exposición “Historias de la Edad Media en el AHPTO”. Fue un momento muy especial para nosotros porque volvemos a tener exposiciones temáticas después de más de dos años. El evento fue todo un éxito, con una treintena de amigos acompañándonos y llenando prácticamente nuestra sala, siempre dentro de las medidas de seguridad que todavía debemos respetar. Y, además de la presentación de la exposición, contamos con el mini-concierto de Diego Pinto y Montserrat Egea del que os ofrecemos un pequeño extracto en este enlace. Tanto el vídeo como las fotografías del acto son de nuestra compañera Mª Eugenia Alguacil.

Entre los 22 documentos que exponemos hay algunos de los que ya os hemos hablado en otras ocasiones. Así, el que hemos elegido como imagen de la exposición, que es el deslinde de Azután de 1244, pero también nuestros dos privilegios rodados, uno por el que Fernando III otorga la carta puebla a Añover de Tajo en 1222, y el otro, que es también nuestro documento más antiguo, la confirmación por Alfonso VIII al monasterio de San Clemente de todas sus posesiones, de 1207. Pero durante las próximas semanas iremos desgranando el resto de documentos que tenemos expuestos y también alguna sorpresa.

De momento, aquí están las cuatro fotografías que complementan la exposición: los castillos de Escalona y Guadamur, el claustro del monasterio de San Juan de los Reyes y el interior de la sinagoga de Santa María la Blanca. Las cuatro imágenes proceden del fondo “Rodríguez” y creemos que permiten ambientar bien las tres líneas que recorren la exposición y que hemos llamado “Historias de reyes y nobles”, “Historias de conventos” e “Historias de moros y judíos”.

NUEVA EXPOSICIÓN EN EL AHPTO

Después de más de dos años, ¡VOLVEMOS A TENER UNA EXPOSICIÓN TEMÁTICA EN NUESTRO ARCHIVO!

La última exposición temática que realizó el AHPTO fue en el verano de 2019, dedicada a los coches y las carreteras. Después, la pandemia nos ha impedido programar nuevas muestras de nuestros documentos y, aunque hemos mantenido abierta nuestra Exposición Permanente todo el tiempo posible, ya teníamos muchas ganas de organizar una nueva muestra de documentos con una temática específica. En esta ocasión, aprovechando el 800 aniversario del nacimiento de Alfonso X, hemos titulado nuestra exposición “Historias de la Edad Media”.

Cartel de la exposición

La exposición se inaugurará el próximo día 20 y permanecerá abierta hasta finales del mes de noviembre. El acto de inauguración será el citado día 20, a las 18’00 horas y contará también con la participación de dos jóvenes músicos, Diego Pinto (violín) y Montserrat Egea (chelo).

Invitación a la inauguración de la exposición

La Edad Media es una de las épocas más fascinantes para nosotros. En el siglo V lo que hoy llamamos Europa todavía se parecía más al antiguo Imperio Romano. A principios del XVI, nuestro continente está ya conformado casi como hoy. La organización política, los referentes culturales e ideológicos, los idiomas, la vida cotidiana… casi todo lo que hoy entendemos por “civilización occidental” se formó en este milenio. La Edad Media es cercana, pero también suficientemente lejana como para espolear nuestra imaginación y, de hecho, todavía hoy inspira numerosas películas, libros y series de televisión de gran éxito popular.

Además, en la Edad Media empiezan a aparecer documentos escritos en número suficiente para que se conserven en los archivos. Nuestros documentos más antiguos, que exponemos aquí, son de principios del siglo XII. Y, desde entonces, cada vez en mayor número, nos traen los testimonios de las personas que vivieron y trabajaron en nuestra tierra y que, de alguna manera, nos han hecho como somos hoy.

Hemos organizado los documentos en tres grupos. El primer grupo, asociado al color rojo, habla de las actuaciones de reyes y grandes nobles a través de las firmas, los sellos y los signos de su poder. El segundo grupo, marcado con el color verde, nos cuenta la actividad de la Iglesia, en especial de los monasterios, auténticos poderes económicos, culturales y sociales de toda la época. Y, por fin, si miramos con atención, encontraremos también a las minorías sociales, los musulmanes (“moros”, en la terminología de la época) y los judíos, cuyos documentos identificamos por el color amarillo.

Se trata, pues, de documentos entre cinco y nueve siglos de antigüedad, pero que todavía tienen mucho que enseñarnos.

LA CAPITAL DE LA REGIÓN

La capital de Castilla-La Mancha es Toledo. Hoy esto nos parece una obviedad, pero no siempre fue tan evidente. De hecho, durante el período de construcción del actual Estado de las autonomías y, por tanto, de nuestra Comunidad, se produjeron algunos debates sobre la capitalidad de la región que se han reflejado en nuestra documentación. En concreto, los hemos encontrado en las copias de actas de los plenos municipales que, según la legislación de la época, debían enviar los Ayuntamientos al Gobierno Civil.

Certificado de acuerdo municipal de Ocaña (1980)
Certificado de acuerdo municipal de Ocaña (1980)

En abril de 1980 el alcalde de Ocaña alude ante el pleno municipal a “la disputa en torno a la capitalidad [de la región castellano-manchega] por las actuales capitales de provincia”. Es decir, que cada una de las cinco capitales pretendía encabezar la futura región autónoma. Así las cosas, propone que sea la localidad ocañense la agraciada, como una especie de solución salomónica entre las capitales de provincia. Además, se invoca la facilidad de comunicaciones y las posibilidades de expansión urbanística al haberse aprobado la normativa correspondiente. No parecen unos argumentos de demasiado peso, pero, animosamente, la propuesta es aprobada por unanimidad y se envía a las autoridades provinciales y al presidente del entonces ente preautonómico.

Certificado de acuerdo municipal de Montesclaros (1983)
Certificado de acuerdo municipal de Montesclaros (1983)

Tres años y medio después, en octubre de 1983, las cosas eran muy diferentes. Se había aprobado el Estatuto de Autonomía que, como es sabido, no hace ninguna referencia a la capitalidad aunque sí atribuye a las Cortes regionales “la fijación de la sede las instituciones regionales”. Pero, de hecho, tanto las propias Cortes regionales como la Presidencia y las consejerías de la incipiente Junta de Comunidades se habían establecido ya en Toledo. De modo que el parlamento regional empezó a tramitar la ley en cuestión, evitando cuidadosamente hablar de “capital”. La Administración regional pidió opinión a los ayuntamientos, y nosotros conservamos algunas de las respuestas, de acuerdo con las actas de los plenos municipales. Todas ellas apuntan sin dudar a Toledo como capital, aunque cada una aporta sus propios detalles. Así, el breve acuerdo de Montesclaros alude, temeroso, a la posibilidad de trasladarla a alguna otra provincia.

Certificado de acuerdo municipal de Sonseca(1983)
Certificado de acuerdo municipal de Sonseca(1983)

En Sonseca la propuesta se basa en “el sentido histórico de nuestra capital” y se hace constar la opinión contraria de un concejal, que cree que Toledo está demasiado excéntrica del conjunto de la región.

Certificado de acuerdo municipal de Los Navalucillos(1983)
Certificado de acuerdo municipal de Los Navalucillos(1983)

Más detalladas son las actas de Los Navalucillos y de Villafranca de los Caballeros. En el primer caso consta que la propuesta partió del grupo municipal socialista, que también se apoya en argumentos “de tipo histórico, cultural y de proyección internacional” sin mayores precisiones.

Certificado de acuerdo municipal de Villafranca de los Caballeros(1983)
Certificado de acuerdo municipal de Villafranca de los Caballeros (1983)

También en Villafranca los concejales del PSOE presentaron una moción exactamente en los mismos términos que la de Los Navalucillos, en lo que, evidentemente, es una acción concertada que sin duda se extendió a otros municipios. Pero lo más interesante de este caso es que se añade una moción paralela del grupo Popular que aporta argumentos diferentes, como la supuesta capitalidad de España “desde Leovigildo hasta Felipe II”, la Escuela de Traductores o la no menos presunta convivencia de árabes, judíos y cristianos. También se insiste en la ciudad de Toledo como símbolo de la unidad nacional desde la conversión de Recaredo, para terminar con una conocida cita de Cervantes. Además de buena voluntad, hay que reconocer al concejal “popular” su capacidad retórica.