UN ABORTO EN 1961

En nuestra exposición “La rebotica del archivo” se muestra una caja de ampollas de vitamina B1 que, la verdad, pasa un poco desapercibida. Incluso podría parecer un simple adorno. Pero no. Resulta que forma parte del expediente de un juicio celebrado en la Audiencia Provincial en 1961 por aborto. Pero es que la vitamina B1 no tiene nada que ver con los abortos. Entonces, ¿por qué está aquí? Vamos a averiguarlo.

Caja abierta, conteniendo ocho ampollas rellenas con líquido y dos huecos para otras tantas ampollas. En la parte superior, se ve el principio del prospecto en el que puede leerse el nombre del medicamento: "Dif-Vitamín B1".
La caja de ampollas

En enero de 1961 la Guardia Civil de Consuegra tuvo conocimiento de que unos días atrás “se había producido un alboroto en la persona de la joven A.”, que vivía en un caserío algo alejado del pueblo. Allá que se fueron los agentes a interrogar a los que pudieran tener algo que ver. En primer lugar, claro, a la afectada, que declaró que desde año y medio atrás mantenía relaciones con un vecino y, habiendo tenido “trato carnal”, a mediados de noviembre sospechó haberse quedado embarazada. Asustada, pasó a casa de la familia del novio sin decir nada a sus propios padres, y allí la hermana del novio, llamada G., le aconsejó que fuese a ver al médico de cabecera pretextando dolores reumáticos, puesto que con las inyecciones que le recetaría se produciría el aborto. El médico le recetó unas inyecciones de Vitamina B1 y unos supositorios de “Bultasolidina o Bitalpina, ya que estos dos nombres son muy parecidos y no los recuerda bien”, según reza su declaración. Probablemente se tratase de butazolidina, que, efectivamente, se utiliza para dolores artíticos. El practicante del pueblo le puso dos de las inyecciones. Como no abortaba, más tarde G. le hizo unas friegas, que tampoco sirvieron. Unos días después, siempre según su declaración, volvió a casa de sus padres donde, finalmente abortó de forma espontánea el 8 de diciembre con ayuda de su madre. Ella atribuye el aborto al disgusto porque su novio, en una carta, insinúa la posibilidad de que rompiesen relaciones porque ella había ido a un baile días atrás. La madre guardó el feto en un vaso con alcohol con la intención de afearle al novio su conducta en caso de ruptura del noviazgo. Como es natural, ya no se podía ocultar el asunto, que llegó a oídos de la autoridad.

"Mariano Salcedo Molero-Peñaranda. Médico forense y de A.P.D. Madridejos (Toledo). 3-I-61. El feto por su tamaño es de 2 [a] 3 meses. Reconocida la incul[pa]da, no presenta señales de [vio]lencia en órganos genitales que [ha]ga pensar en maniobras para [pro]vocar el aborto. [En] cuento a las inyecciones que se [pu]so, así como los supositorios, care [cen] de toda eficacia como subs[tan]cias abortivas. [Firma ilegible]"
El informe del médico

Las indagaciones del juez de Madridejos al que correspondió el caso aportan, entre otros datos, el motivo de la presencia de las ampollas en el expediente. En efecto, estas le fueron administradas a A. mediante inyecciones que le puso el practicante del pueblo, quien se quedó con el resto de la caja que luego entregaría a los funcionarios judiciales. Por eso la tenemos hoy aquí. Por lo demás, el informe del propio médico local asegura que estas vitaminas no tienen ningún efecto abortivo.

"En el mes de octubre de 1960, y en Consuegra, al notarse la procesada [...], de 17 años y sin antecedentes penales, síntomas de hallarse embarazada, se lo comunicó a la hermana de su novio, [...], mayor de edad penal y sin antecedentes penales, la cual le propuso fingirse enferma de reuma y visitar a un médico para que le recetase unas inyecciones pra [sic] esta enfermedad, que creía útiles para causar el aborto. Como este no se produjera, la tal [...] dio friegas con aceita en el vientre de [...] para conseguir el objetivo de la expulsión del feto, que tampoco se logró, sobreviniendo 15 días después el aborto al parecer de forma espontánea".
Fragmento del informe del fiscal

Mientras tanto, A. insiste en que fue su futura cuñada quien le animó a abortar, y esta niega incluso haber conocido el embarazo con anterioridad a los hechos. El novio, por su parte, también niega haber animado al aborto, aunque sí reconoce el embarazo y su paternidad. Así las cosas, el juez termina su instrucción y eleva el caso, como posible delito penal, a la Audiencia Provincial. Este juzgado se demoró siete meses hasta que declaró a ambas mujeres culpables de aborto en grado de tentativa pero, atendiendo a los diferentes atenuantes y circunstancias, todo se solventó con una libertad condicional de tres años para cada una.

Declaraciones de tres de los implicados. Todos ellos declaran no saber leer y firman mediante la impresión de su huella dactilar.
Declaraciones de algunos implicados

Como siempre sucede en estos documentos, además del argumento principal, por decirlo así, aparecen otros interesantes detalles colaterales. Las dos acusadas son descritas físicamente pero, sobre todo, insisten en su insolvencia, algo que ratifican dos testigos del pueblo y la inspección de su casa que hicieron los funcionarios judiciales. Ninguna de las dos sabe escribir, así que firman con su huella dactilar, y el novio afirmará que sabe poner su nombre, pero nada más, de manera que la carta aludida la escribió un compañero de trabajo a su dictado. Por último hay que señalar que G. tenía, en realidad, otro nombre oficial, pero que era conocida por ese en todas partes, hasta el punto de que en una de las declaraciones ella misma olvida cuál es su nombre oficial, debiendo rectificar posteriormente.

HOSPITALES Y SANATORIOS DE ALBACETE

Hace unos días que nuestros compañeros del Archivo Histórico Provincial de Albacete se han estrenado en las redes sociales. Y, como además en nuestra exposición “La rebotica del Archivo” tenemos algunas fotografías de esa provincia, pues vamos a dedicar hoy nuestro post a los centros sanitarios albaceteños. Todas estas imágenes fueron realizadas por Luis Escobar y hoy se encuentran en el fondo que lleva su nombre en el AHPTO.

Empecemos con el Hospital Provincial. Sabemos que ya en 1475 existía el Hospital de San Julián, propiedad de la cofradía del mismo nombre, situado en el lugar que hoy ocupa el Ayuntamiento de Albacete. Pasó por diversas órdenes religiosas hasta que en 1837 se hace cargo de él la Diputación Provincial y en 1862 es declarado “provincial”. En 1895 se inician las gestiones para trasladarlo a un nuevo edificio, pero este no se inauguraría hasta 1922. La fotografía está datada poco después, en 1925, lo mismo que el retrato del grupo de sanitarios y médicos que lo atendía: grandes profesionales, sin duda, pero de aspecto poco tranquilizador. En 1971 se terminó la construcción de un nuevo Hospital junto al anterior (que sería derruido), pero no empezó realmente a funcionar hasta 1983 como Hospital Universitario. Podéis encontrar mucha más información en el libro que José María Sánchez Ibáñez dedicó a esta institución.

Vista de la parte posterior del Hospital Virgen de los Llanos.
Hospital Virgen de los Llanos (1956)

Mientras tanto, se fueron construyendo otros centros hospitalarios en la ciudad, como el Sanatorio Virgen de los Llanos, dedicado a la tuberculosis y las enfermedades del pulmón. Se inauguró en 1947 y la fotografía que os ofrecemos es algo posterior, de 1956. Estuvo funcionando medio siglo y se derribó finalmente en 2005.

Junto con la sanidad pública existieron, por supuesto, sanatorios privados. En algunos casos, sus edificios son excelentes ejemplos de arquitectura moderna. Así ocurre con el llamativo Sanatorio del doctor Cortés, fotografiado en 1925 y actualmente sede de la Delegación de Defensa, o la clínica del doctor Romero, cuya imagen es de 1936 y que hoy ya no existe.

Fachada de un caserón de piedra, con una portada con arco apuntado, una espadaña y, frente a la fachada, una verja. Junto a la verja, un hombre con gabardina que mira a la cámara.
Hospital de San Julián de Chinchilla de Montearagón (1930)

Fuera de la capital, encontramos el Hospital de San Julián de Chinchilla de Montearagón. Esta institución, que continúa funcionando como fundación benéfica privada, se creó en el siglo XVIII utilizando el edificio de la primitiva parroquia de la localidad, del que todavía quedan algunos restos. La fotografía está datada en 1930.

Y, por último, dos “casas del médico” construidas en la década de 1950. Como podéis ver, ambas son casi idénticas. Y es que, como ya comentamos en su día, estas construcciones fueron impulsadas a gran escala por el Estado para mejorar la situación sanitaria de las localidades más apartadas. En una de las imágenes, que corresponde a la localidad de Casas de Lázaro, se puede ver claramente el año de construcción que, presumiblemente, es también el de la foto. La otra imagen corresponde a Ossa de Montiel y es de 1948.

SALUD MENTAL

Ayer, día 10, fue el Día Internacional de la Salud Mental. Hace algún tiempo ya os mostramos los diarios de un enfermo mental que acabaron en nuestro archivo. En nuestra exposición “La rebotica del archivo” no nos hemos olvidado de estas enfermedades y hemos incluido una fotografía de la sala de baños del Hospital del Nuncio Nuevo de Toledo, que funcionó como centro psiquiátrico desde su fundación a finales del siglo XVIII hasta la inauguración de un nuevo Hospital psiquiátrico en las afueras de la ciudad en 1977.

Fotografía de una sala con tres bañeras, la central más grande y con ducha. En cada bañera hay una mujer envuelta en una gran toalla. Junto a cada mujer hay dos monjas en actitud de atenderlas, excepto en la bañera de la derecha, en que solo hay una monja.
Sala de baños del Hospital del Nuncio de Toledo

Tanto la fotografía como la institución y el propio edificio son muy conocidos, de modo que no vamos a insistir demasiado en ellos. Pero sí nos sirve para introducir otros documentos relacionados con enfermedades mentales. Hay que advertir, no obstante, que estos documentos se han producido casi siempre como consecuencia de algún tipo de problema, lo que puede dar una imagen sesgada de estas personas que no se corresponde con la realidad cotidiana.

El documento más antiguo que hemos encontrado referente a este asunto es un expediente iniciado en diciembre de 1878 en Talavera de la Reina, cuando Manuel Vázquez pide al juez de instrucción la reclusión en un manicomio de su hijo Daniel, de 16 años, que está “enajenado” y frecuentemente se encuentra “en estado de excitación furiosa”. Tras pedir algunos informes y testimonios, el juez le concede lo que pide. Otro ejemplo más reciente es el de la mujer de San Martín de Montalbán que, con gran patetismo, pide ayuda al Gobernador Civil porque un vecino que “carece de facultades mentales” acosa a su padre.

"En las últimas 48 horas se han presentado ante este gobierno Civil tres casos de enfermos mentales, verdaderamente extremos, y en los cuales nada se ha conseguido para que sean internados en el referido Establecimiento Psiquiátrico, ya que el Director del mismo los ha rechazado y este Gobierno Civil estimaba que no era procedente hacer uso de las facultades que la Ley me confiere, ya que tenemos constancia de que las posibilidades del Establecimiento se encuentran muy superadas y por ello cualquier internamiento contribuye a agravar esta situación."
Fragmento del oficio del Gobernador Civil al Presidente de la Diputación Provincial de Toledo

En 1967 encontramos un caso interesante porque revela los problemas que en ese momento tenía el Hospital del Nuncio, entonces propiedad de la Diputación Provincial, para atender a sus enfermos. En junio de ese año el alcalde de Villa de Don Fadrique pide al Gobernador que intervenga para ingresar a un convecino con tendencias agresivas. Ambos reciben la misma respuesta de la Diputación: el centro está colapsado. Sigue una correspondencia entre el Gobernador, el Presidente de la Diputación y el director del Hospital que revela el enfado del primero ante la falta de atención a los enfermos mentales y la impotencia de los otros dos por su falta de recursos. Después de reproches diversos (con la diplomacia propia del momento, eso sí), en noviembre de 1968 la situación seguía igual y nuestro expediente termina sin que sepamos qué fue de este fadriqueño.

Fragmento del certificado de fallo de un juez militar declarando exento de responsabilidad a un recluta en el delito de deserción por su enfermedad mental.
El juez militar exime a un recluta del delito de deserción por su enfermedad mental.

A veces, las enfermedades mentales se detectaban durante el servicio militar. Es el caso, por ejemplo, del joven que es juzgado por deserción en 1968 pero que, finalmente, se le recluye en el Hospital Psiquiátrico porque “tiene una edad mental de 10 años”.

Escrito del Hospital Psiquiátrico de Toledo al Juez de Primera Instancia e Instrucción de la misma ciudad sobre el caso de un enfermo fugado.

Y terminamos con la preocupada esposa que, al ir a visitar a su marido, recluido por alcoholismo, encuentra que se ha fugado. Pero el Hospital no parece darle demasiada importancia porque, como dice en su informe, ya había hecho los mismo otras dos veces y siempre había vuelto por voluntad propia. Tampoco sabemos si esta vez el marido volvería a centro o no.

EN LA INAUGURACIÓN

Hoy hemos inaugurado nuestra nueva exposición: «La rebotica del archivo: documentos sobre sanidad y farmacia en el AHPTO». Hemos contado con la presencia del Consejero de Educación, Cultura y Deportes, Amador Pastor, y de la Viceconsejera de Cultura y Deportes, Carmen Teresa Olmedo, además de otras autoridades, como el Teniente de Alcalde y Concejal de Educación del Ayuntamiento de Toledo, Daniel Morcillo y el Delegado provincial de Educación, Cultura y Deportes, José Gutiérrez.

El Consejero realizó una pequeña rueda de prensa en la que destacó el gran potencial de los archivos para la cultura e hizo referencia a algunos proyectos que tenemos en marcha, como la digitalización de documentos relacionados con la Memoria Democrática. Después, el director del Archivo les ofreció una breve visita guiada a la exposición.

Pero, además de la presencia institucional, que siempre es muy de agradecer y es más que bienvenida, nos gustó contar con muchos amigos y compañeros que se acercaron hasta nuestra Sala de Exposiciones. ¡Muchas gracias a todos!

LA REBOTICA DEL ARCHIVO: NUEVA EXPOSICIÓN EN EL AHPTO

El próximo viernes 6 de octubre, a las 11 de la mañana, inauguramos nuestra nueva exposición temática, titulada “La rebotica del Archivo”. Estará dedicada a los documentos relacionados con la sanidad y la farmacia. Se compone de 28 documentos, incluyendo documentos textuales desde el siglo XVII, planos, dibujos y fotografías, todos procedentes de los fondos del AHPTO.

El cuidado de la salud de los demás es una de las características más intrínsecamente humanas y se ha practicado desde siempre. Pero, durante la mayor parte de la Historia, esta actividad ha estado reducida al ámbito privado o, como mucho, encomendada a instituciones caritativas. Solo a partir del siglo XIX la salud pública se convirtió en un asunto de Estado y las Administraciones empezaron a ocuparse del bienestar físico de los ciudadanos. Con ello, también se multiplicaron los documentos que dan testimonio de esta actividad, algunos de ellos recogidos en esta muestra.

La exposición se organiza en tres partes: “La gestión de la salud”, “Hospitales y farmacias” y “Médicos y farmacéuticos”. Algunos de los documentos ya los hemos presentado en nuestras redes sociales, como el examen del doctor Balmis, los planos de las “casas del médico” o la fotografía de Alexander Fleming y Gregorio Marañón.

Pero, naturalmente, también habrá documentos inéditos, que iremos desgranando en las próximas semanas: la pelea entre el médico y el cirujano de Bargas a finales del siglo XVIII, las cuentas y recibos de medicinas del Hospital de la Misericordia de principios del XVII, la foto de familia de los sanitarios del Hospital de Albacete en 1926 y muchos más. Para todos estos documentos hemos preparado un montaje muy atractivo que incluye, además, algunos objetos prestados por la farmacia de Esther Bernal, una de las farmacéuticas de nuestro barrio, a la que agradecemos su colaboración.

La exposición permanecerá abierta hasta el 5 de enero de 2024 en la Sala de Exposiciones del AHPTO (Trinidad, 10, Toledo), todos los días laborables por la mañana. ¡Os esperamos!

VISITAS AL AHPTO

Estamos en «temporada alta» de visitas de grupos a nuestro Archivo. Desde el pasado día 20 hasta el viernes 29, tuvimos visitas todos los días. Nos visitaron varios grupos de estudiantes extranjeros de la escuela Aula Toledo, un grupo de estudiantes de Formación Profesional la Fundación Cadisla que vinieron desde Tomelloso, otro grupo de la empresa Rutas de Toledo y nuestros compañeros y compañeras del Grupo Español de la Sección de Archivos Parlamentarios del Consejo Internacional de Archivos.

Fue un auténtico placer recibiros y esperamos que hayáis pasado un buen rato con nosotros. ¡Hasta la próxima!