LOS TRASLADOS AL VALLE DE LOS CAÍDOS

El Decreto de 1 de abril de 1940 acordó erigir, en el lugar llamado “Cuelgamuros”, en la Sierra de Guadarrama, al norte de Madrid, una “Basílica, Monasterio y Cuartel de Juventudes” con el fin de “perpetuar la memoria de los que cayeron en nuestra gloriosa Cruzada”. Las obras duraron 18 años. Cuando faltaban pocas semanas para la inauguración, se lanzó una campaña a través de la prensa para que los familiares enviasen los restos de sus deudos a la basílica en cuestión. La consecuencia fue una operación logística de bastante importancia cuya organización recayó en los gobiernos civiles. En el caso de Toledo, los documentos generados por estos traslados, fechados entre 1958 y 1972, ocupan unas dos cajas y media.

Solicitud de Albert Greindl para que los restos de su hermano Baudouin sean enterrados en el Valle de los Caídos
Solicitud de Albert Greindl para que los restos de su hermano Baudouin sean enterrados en el Valle de los Caídos

Los familiares interesados debían dirigirse al Gobierno Civil, quien decidiría si procedía el traslado o no. Hubo muchas solicitudes, la mayoría de 1958 y 1959, aunque en los años siguientes el goteo de peticiones no cesó. Por ejemplo, en 1967 el aristócrata belga Albert Greindl pide que su hermano Baudouin sea enterrado allí, lo que le sería concedido poco después.

"Estado expresivo de los puntos de esta provincia en que existen enterramientos colectivos, con indicación de las causas"
Listado de enterramientos colectivos

También nos han llamado la atención bastantes solicitudes denegadas, casi siempre sin dar explicaciones. Suponemos que el motivo más frecuente era la dificultad de localizar el lugar exacto del enterramiento. De hecho, se realizaron incluso listas de lugares de enterramientos colectivos en los que encontramos bastantes indeterminaciones. Así se observa en el documento que os presentamos, donde, además y significativamente, se dice que algunos grupos fueron “asesinados por los rojos” y otros “ejecutados por fuerzas nacionales”. Incluso hay un grupo de “moros”, muertos junto al cementerio de Valmojado, del que ni siquiera se sabe su número exacto.

Solicitud denegada para un enterramiento en el Valle de los Caídos.
Solicitud denegada para un enterramiento en el Valle de los Caídos

Pero hay una solicitud denegada que nos ha atraído en especial. Se trata de tres hermanos, dos de ellos religiosos (salesianos, por más señas), que lo piden para sus tres hermanos caídos en la guerra “aunque militaban en las filas rojas”. Lo interesante de este caso no es solo el hecho de hacer esta petición para quienes cayeron en el bando republicano, sino que, además, se ofrecen informaciones muy detalladas de la muerte de uno de ellos, también salesiano, que fue “ametrallado, en compañía de otros cuatro oficiales de Intendencia, por jefes de una unidad de Regulares a los que acababa de entregarse”. Los hermanos supervivientes señalan claramente, incluso con un mapa, el lugar donde fue enterrado, en las afueras de Cuerva.

Con las solicitudes concedidas se elaboraron las correspondientes listas y, finalmente, una estadística general, señalando los nombres de los trasladados desde cada localidad. El resumen general, realizado en 1959, indica el escaso entusiasmo que despertó la iniciativa: menos del 11 % de las familias de fallecidos se ofrecieron para el traslado. En todos los casos, una vez realizada la operación, se entregaba a la familia un pequeño recordatorio, que en los últimos años se sustituyó por un certificado.

Resumen de los gastos de una de las expediciones de traslado de restos al Valle de los Caídos (1959)
Resumen de los gastos de una de las expediciones de traslado de restos al Valle de los Caídos (1959)

Finalmente, toda esta operación no era gratis. Había facturas que pagar, que también conservamos.  Pero solo mostraremos el resumen detallado de los gastos de la expedición realizada en abril de 1959, una de las más numerosas: algo más de 32.000 pesetas de la época, aproximadamente 8.000 euros actuales.

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