EL APANDADOR DE RADIOS

En la Nochevieja de 1945 el vecino de Ocaña Benito Rivera presentó denuncia ante la Guardia Civil. Dijo que dos meses antes su convecino Rafael M.Z. se había llevado de su casa un aparato de radio marca Clearvox para repararlo. Además del aparato propiamente dicho, debía arreglar una antena, un elevador y una lámpara: 665 pesetas en total. Pero el 23 de diciembre Benito volvió a llevar el aparato en cuestión a Rafael porque no funcionaba. Desde entonces no ha vuelto a tener noticias ni del receptor de radio ni de su reparador, quien ha desaparecido del pueblo.

Texto impreso. "Reparaciones de radio-electricidad y máquinas de escribir"
El anuncio

El 4 de enero de 1946 la Guardia Civil registró la casa de Rafael, donde vivía en una habitación alquilada. Allí encontraron diversas piezas eléctricas y también la caja vacía del aparato de radio desaparecido. Los caseros manifestaron que su inquilino se dedicaba a la reparación de radios y motores, anunciándose a la puerta de su casa con un cartel que todavía podéis ver en nuestra Sala de Exposiciones, en la muestra «Toca la radio«. Por lo visto, dijo también que se marchaba a la localidad de Quer (Guadalajara), donde tenía familiares. Allí fue detenido y, al declarar ante el juez de Guadalajara, afirmó haber acordado con Benito que la segunda reparación se haría después de Reyes y que, de hecho, el aparato reparado se encontraba en casa de su suegro, a falta de llevarlo hasta Ocaña, lo que no había podido hacer porque le habían detenido antes. Era el 9 de enero y el juez guadalajareño decide la libertad de Rafael.

Texto impreso. Oficio del Comisario Jefe de la Comisaría de Policía de Guadalajara al Juez de Instrucción de la misma ciudad.
Rafael, desaparecido

Nueve días después la Policía se persona en Quer, pero allí han desaparecido tanto Rafael como la radio, sin que nadie sepa dónde han ido. El 4 de marzo, el juez decreta la prisión provisional sin fianza para Rafael. Es inútil: la Policía sigue sin encontrarle y, de paso, el Comisario de Guadalajara se queja de la falta de medios. El 23 de septiembre el juez de Ocaña declara rebelde a Rafael y en junio del año siguiente decide la finalización del sumario hasta que aparezca el acusado.

Telegrama del juez de Instrucción de Ocaña a la Audiencia Provincial de Toledo.
Rafael reaparece en Sevilla

Eso ocurrirá año y medio después, cuando, el 5 de enero de 1948, Rafael es detenido en Sevilla, de manera que el caso se reactiva. Trasladado a la prisión de Ocaña, nuestro protagonista declara que, tras arreglar por segunda vez la radio en Quer, la llevó a una pensión en Madrid, y allí la dejó, salvo la caja, que, como sabemos, seguía en su domicilio de Ocaña. El dueño de la pensión, por su parte, dirá en mayo que entregó el aparato “a un familiar del señor que la entregó hace unos dos años”. En julio se declarará terminada la instrucción del caso, que se eleva a la Audiencia Provincial. Mientras tanto, Rafael ha conseguido su libertad provisional.

Texto manuscrito.
Rafael ha vuelto a desaparecer.

El proceso sigue y en noviembre de 1948 la Audiencia cita a declarar a Rafael, que de nuevo ha vuelto a vivir a Sevilla. Pero, cuando el agente judicial acude a la pensión donde vivía, la patrona afirma que se marchó sin dejar señas dos meses atrás. A los pocos días se decreta su prisión, pero nuestro protagonista sigue desaparecido.

Texto impreso. Orden de puesta en libertad de un preso firmada por el presidente de la Audiencia Provincial de Toledo
La puesta en libertad

Esta vez tardará más en aparecer. Será en Andújar, en abril de 1956, desde donde pasa rápidamente a la cárcel del partido de Posadas (Córdoba) por un asunto de “apropiación indebida”. Pero el juez ocañense le reclama por el asunto de la radio, así que en junio ingresa en la prisión de Ocaña. El juicio oral se celebró inmediatamente y, aunque por desgracia no conservamos la sentencia completa, sabemos que se decretó su libertad. Sin embargo, Rafael seguiría entre rejas porque aún tenía pendiente su juicio en tierras andaluzas, de forma que a los pocos días fue trasladado a la prisión del partido de Linares. No sabemos más de Rafael pero, desde luego, Benito Rivera no recuperó su radio.

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