EL HOMBRE QUE DEMANDÓ A LOPE DE VEGA

Jerónimo Velázquez era un tipo importante en el panorama teatral de su época. Probablemente nació en Toledo y de joven se trasladó a Madrid, donde se ganó la vida como albañil y solador. Pero pronto destacó por sus dotes como actor y director teatral y formó una compañía que alcanzó bastante éxito. Hacia 1580 su hija Elena Osorio inició un turbulento romance con Lope de Vega, pese a estar casada con Cristóbal Calderón, uno de los actores de la compañía de su padre. Se suele identificar a Elena con la “Filis” de muchos poemas de Lope. La relación terminó de manera amarga (podéis encontrar un detallado relato en la biografía escrita por Zamora Vicente) y Lope escribió algunos libelos infamantes contra Elena y su familia, así que Jerónimo le demandó en 1587. El Fénix fue condenado a destierro de Castilla y de la Corte. Y es justo en ese momento cuando Jerónimo Velázquez empieza a aparecer en nuestros protocolos notariales.

Fragmento de documento en letra antigua
«…y busque a cualesquiera mujeres casadas representantas para venir y que vengan a mi compañía…»

Conservamos hasta ocho documentos en los que Velázquez interviene directamente. El primero es de noviembre de 1587, justo antes del proceso contra Lope, y nos presenta a nuestro director teatral haciendo un “casting” de mujeres: encarga a su yerno Calderón que busque “cualesquiera mujeres casadas representantas para venir y que vengan a mi compañía a esta ciudad de Toledo y a otras cualesquiera para representar y las traer a mi costa”, especificando que se las mantendrá a ellas y a sus maridos y se les dará la paga acostumbrada.

Documento en letra antigua
Lista de telas y vestidos comprados por Jerónimo Velázquez a los hermanos Lagarto

A partir de aquí nuestro hombre aparece en tres tipos de documentos. Los más prosaicos son las compras de material, como la de una larga lista de telas y vestidos que acuerda en enero de 1594 con Juan y Fernando Lagarto.

Después tenemos los contratos de transporte. Por ejemplo, en junio de 1594 Juan de Mora, vecino de Toledo, se compromete a llevar a Valencia a toda la compañía, para lo que utilizará 17 mulas a 5 ducados por mula. Será una mula de carga que llevará unas diez arrobas y media (unos 130 kg), y las demás “de silla y freno”, tres o cuatro de ellas “con sillones para mujer”. Todos los gastos, incluyendo la comida y el alojamiento del arriero, son por cuenta de Velázquez. Dos años después los carreteros Domingo y Luis Hernández se comprometen a llevar a la compañía sucesivamente a Santa Olalla, La Puebla de Montalbán y Talavera, en lo que hoy llamaríamos una gira. Serán dos carros y cuatro mulas, cada carro con un máximo de 80 arrobas (una tonelada, aproximadamente), por un precio de 36 reales diarios por carro o mula.

Documento en letra antigua. Incluye firmas.
Contrato entre Pedro Rodríguez, en nombre de Velázquez, y los mayordomos de la Catedral para ciertas representaciones en la octava del Corpus Christi

Pero los documentos que han llamado más la atención de los estudiosos son los que aluden a los lugares y fechas en que actuó la compañía. Así, en junio de 1590 Velázquez se compromete a pagar 400 reales por el uso del Mesón de la Fruta de Toledo, donde se habían celebrado una serie de funciones “a ocho reales por comedia”, lo que indica que se celebraron 50 comedias. Téngase en cuenta que cada día se podían representar varias comedias. También en marzo de 1594 Pedro Rodríguez, en nombre de Velázquez, acuerda con la Catedral “de hacer y que haga el día de la octava del Santísimo Sacramento… los dos autos que el dicho Jerónimo Velázquez está obligado a hacer en la dicha villa de Madrid el dicho día del Santísimo Sacramento, con dos entremeses y según y la manera que los hubiese hecho en la dicha villa de Madrid”.

Documento en letra antigua
Declaración de Miguel Ruiz sobre el viaje a Lisboa de la compañía de Jerónimo Velázquez

Y finalizamos con las curiosas declaraciones que hacen Velázquez, Rodríguez y un tal Miguel Ruiz de los pertrechos que han introducido en Toledo en mayo de 1596 para hacer sus funciones para el Corpus. Los declaran por motivos aduaneros, puesto que vienen directamente de Portugal, país en el que habían entrado en octubre o noviembre pasado para actuar en Lisboa, y dicen que no habían dejado allí absolutamente nada. Os presentamos aquí el principio de la declaración de Miguel Ruiz, que quizá sea la que mejor letra tenga. Aquí terminan nuestros datos sobre este «autor de comedias», pero, si queréis saber más, podéis consultar su biografía escrita por Carmen Sanz y Bernardo García.

EL TEATRO DE ORGAZ

En este verano tan especial, muchas personas echan de menos los festivales de teatro, la mayoría de ellos aplazados aunque alguno, como el de Almagro, han conseguido mantener su actividad. Hoy os queremos hablar de teatro, en concreto del antiguo teatro de Orgaz.

El teatro “Calderón” fue fundado por la Sociedad Dramática de Orgaz en 1885, año de su constitución, utilizando la antigua ermita de San Andrés. Su explotación se realizaba mediante arriendo al mejor postor. Conservamos en nuestro archivo los pliegos de condiciones de estos arriendos de varios años entre 1886 y 1916. El más antiguo fue redactado por la propia Sociedad, pero desde 1896 al menos era ya el Ayuntamiento, dueño del local, el que se ocupaba de subastar este servicio. Una de las cosas que llaman la atención de estas subastas es la oscilación del precio del remate final. La primera subasta, la única controlada por la Sociedad Dramática, se adjudicó en 250 pesetas, pero la de 1896, ya bajo control municipal, bajó hasta justo la mitad. En 1910 subió un poco, hasta las 150 pesetas, cantidad que se mantuvo en 1913, pero en los años inmediatos la subida fue espectacular: 385 pesetas en 1914, 402 en 1915 y nada menos que 502 pesetas en 1916. Es evidente que las consecuencias económicas de la I guerra mundial se hacían sentir incluso en los pueblos del interior de España.

Condiciones del arrendamiento

Junto con los precios, encontramos otros interesantes detalles. Así, siempre se reservan un par de plazas para las autoridades y en 1896 también tres plazas para otros tantos miembros de la Sociedad por sorteo; esta última condición se suprimiría en años posteriores. También es curiosa la evolución de los usos del local. En 1886 la Sociedad prohíbe expresamente los bailes, pero diez años después el Ayuntamiento los permite aunque solo en Carnaval; además, se añade que se podrá utilizar también para este fin la escuela de niños, pero este inciso finalmente quedará tachado del pliego de condiciones. En 1913 ya se permiten los bailes en cualquier fecha, aunque el Ayuntamiento podrá utilizar el local en cualquier momento para cualquier otro uso, salvo los días de Navidad, Carnaval y la feria de ganado de agosto, fechas en que el baile está garantizado. Al año siguiente se incluye expresamente la posibilidad de dar funciones de cinematógrafo, lo que se mantendrá en el futuro. De hecho, en sus últimos años el local será ya conocido como “Cine Calderón”.

Una de las condiciones del arrendamiento era que cada arrendatario debía elaborar un inventario de los bienes que dejaba al finalizar el año para entregárselo al Ayuntamiento y al arrendatario siguiente. Nosotros conservamos dos de estos inventarios, de 1913 y 1918, que también revelan datos de interés. Por ejemplo, podemos ver cómo el patrimonio se iba deteriorando y hasta desapareciendo. Por ejemplo, de los 21 bancos de madera numerados que había en 1913, solo quedaban 19 en 1918, y dos anotaciones posteriores al margen nos informan de que luego pasaron a 17 y por fin a 16. Los “cinco bancos de madera forrados” del año 13, cinco años después ya se encontraban en mal estado, y al margen una anotación dice lacónicamente: “Nada”. Entre ambos años el “velador con cubierta de hule” ha pasado a “mal estado” y la “banqueta para el apuntador” se ha quedado sin patas; ambos objetos tienen una anotación al margen: “No ay [sic]”. Los objetos más visibles parecen aguantar mejor el paso del tiempo, y en ambos inventarios aparecen 18 bastidores de decoración (eso sí, “en regular estado”), dos bastidores de boca y otro de foro, cuatro telones de fondo (dos de ellos han perdido sus correspondientes cordeles para manejarlos), otro de boca y “una decoración cerrada con sus correspondientes puertas”. Es interesante comprobar cómo entre ambos años han desaparecido todas las luces de petróleo o quinqués, sustituidas por “once brazos aparatos luz eléctrica de una lámpara [sic]… treinta bombillas [y] una luz mineral en el descanso”.

Terminamos recomendando la entrada sobre este tema del blog “Villa de Orgaz”, mantenido por Jesús Gómez Fernández-Cabrera, de donde hemos obtenido algunos datos y donde podréis encontrar muchos mas.

TIRSO EN TOLEDO

Fray Gabriel Téllez fue un fraile mercedario español que ha pasado a la posteridad por su faceta de autor teatral bajo el seudónimo de Tirso de Molina. Nació en Madrid en 1579 y estudió en la Universidad de Alcalá, donde coincidió con Lope de Vega, al que rindió declarada admiración toda su vida. En 1600 ingresa en la Orden de la Merced y seis años después es ordenado sacerdote en Toledo. Aquí se instaló en el convento de su orden, situado en el lugar donde hoy se alza el palacio de la Diputación Provincial, y aquí permanecería hasta 1616, con algunos largos viajes intercalados en su estancia toledana.

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De su estancia en Toledo nos ha quedado su firma en un documento de febrero de 1615, autenticado por el notario Pedro de Galdo. En él, la comunidad de frailes mercedarios concede la propiedad y patronazgo de la capilla de Nuestra Señora de las Mercedes del convento toledano a Nicolás Suárez, Pedro Suárez y Pedro Ortiz. Como era costumbre, firman todos los miembros de la comunidad religiosa, y entre ellos, naturalmente, también nuestro autor.

Toda la vida adulta de Tirso es una lucha por mantener sus dos grandes vocaciones, la religiosa y la literaria, sobre todo teniendo en cuenta que nuestro autor se especializó en comedias de enredo y “de capa y espada”. Quizá las más conocidas sean “Don Gil de las Calzas Verdes” y “El vergonzoso en Palacio”, aunque también cultivó el teatro religioso, con algunas vidas de santos y autos sacramentales, y obras en prosa. Pero muchas personas de su tiempo consideraban que esta actividad literaria, sobre todo la “profana”, no cuadraba con los hábitos mercedarios. Por eso, en 1625 el mismísimo y todopoderoso Conde-Duque de Olivares ordenó su destierro, aunque resultó un destierro breve, de apenas un año. Después de vivir en lugares tan diversos como Santo Domingo, Madrid, Sevilla o Trujillo, Tirso volvió a Toledo en 1629 y permaneció aquí cuatro años antes de marchar a Cataluña. Tras diversos avatares y traslados, murió en Almazán en 1648. El retrato que os ofrecemos es un grabado del siglo XIX, obra de Bartolomé Maura, y se encuentra en la Biblioteca Nacional de España.

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Toledo aparece en varias obras de Tirso, incluso en el título. Así, en las comedias “La villana de la Sagra” y “De Toledo a Madrid”, pero sobre todo en su obra en prosa “Los cigarrales de Toledo”. Se suele destacar también “El burlador de Sevilla”, considerada una de las primeras manifestaciones literarias del mito de Don Juan Tenorio y que habría sido compuesta, al menos en gran parte, durante la primera estancia de Tirso en Toledo. No obstante, hay autores que consideran errónea su atribución a Tirso.

EN EL CENTENARIO DE MORETO

Este año se celebra el cuarto centenario del nacimiento de Agustín Moreto, uno de los dramaturgos y poetas más importantes de nuestro Siglo de Oro. Pero el próximo domingo, día 28, es el aniversario de su muerte en Toledo. Así que, con este motivo, os ofrecemos uno de los documentos que conservamos con su firma.

Agustín Moreto y Cavana nació en Madrid en 1618, en una familia de ricos comerciantes. Se graduó en Artes en la Universidad de Alcalá y ya por su época de estudiante empezó a escribir poesías y pequeñas obras de teatro, frecuentemente en colaboración con otros autores. En 1642 recibe las órdenes menores —lo que lo convierte en clérigo, pero no sacerdote— y recibe un beneficio en Mondéjar (Guadalajara). Esta época, hasta su traslado a Toledo, suele considerarse la más interesante en cuanto a su producción teatral, aunque siguió escribiendo y estrenando con mucho éxito durante toda su vida.

En 1657 o 1658 se ordena sacerdote, y en ese momento su protector, el cardenal Baltasar de Moscoso, Arzobispo de Toledo, le otorga otro beneficio en esta ciudad como capellán del Hospital del Refugio, junto a la parroquia de San Nicolás. Moreto se instalaría en Toledo hasta su muerte, integrándose en la hermandad de las Escuelas de Cristo, aunque realizó algunos viajes breves a Madrid y Sevilla. Murió en 1669 y fue enterrado en la capilla de su hermandad, en la parroquia de San Juan Bautista, ubicada en el actual Oratorio de San Felipe Neri. Dejó todos sus bienes a los pobres. El retrato que presentamos es obra de Juan Pareja y se conserva en la Fundación Lázaro Galdiano de Madrid

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Su producción teatral fue muy extensa, y destacan sobre todo sus comedias, que todavía hoy se representan con notable éxito.  Quizá las más conocidas sean “El lindo Don Diego” (1662) y “El desdén con el desdén” (1654), pero produjo cuarenta comedias en solitario más otras veinte en colaboración con otros autores. Suelen destacarse también sus obras cortas, como entremeses, loas y bailes dramatizados. Todas ellas podéis conocerlas y consultarlas en línea gracias al proyecto “Moretianos” de la Universidad de Burgos. En suma, toda una estrella de la literatura del siglo XVII.

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El documento que os ofrecemos es un poder notarial fechado el 18 de julio de 1667, que requiere cierta explicación. Pocos días antes había muerto en el Hospital del Refugio un tal Juan de Padura, que en su testamento nombró albaceas a Moreto y a su compañero Francisco Carrasco Marín. Este Carrasco, por entonces secretario de la Hermandad del Refugio, era capellán de la Capilla de la Reina Catalina, en la Catedral, y fue también prior de la colegial de Santa Leocadia del Alcázar. Bien, pues ambos quedan encargados de cumplir la voluntad del finado y liquidar sus bienes. Pero, como Padura resultó ser “natural de Larrimbe, una legua de la ciudad de Orduña” —hoy en el municipio de Amurrio, Álava—, los dos albaceas dan a José de Orcasitas, administrador de los diezmos de la mar de Orduña, el poder necesario para recabar todas las rentas y propiedades que pudieran corresponderle. Por cierto, que sabemos que este José de Orcasitas moriría a finales de agosto de 1674, por su inventario de bienes conservado en el Archivo del Territorio Histórico de Álava.

Y, por supuesto, al final de todo, las firmas de Moreto, Carrasco y el notario.

PURO TEATRO

El pasado lunes se celebró el Día Internacional del Teatro. Con este motivo, hemos querido rendir un pequeño homenaje a las compañías de aficionados. Se trata de grupos no profesionales que, con mucha más ilusión que medios, sacan tiempo y fuerzas de otras ocupaciones para dedicarlo a montar una obra de teatro, muchas veces con fines benéficos o por el simple placer de subirse a un escenario.

POSITIVOS REPORTAJES A-024-2

La fotografía que os ofrecemos aquí, procedente del fondo “Rodríguez”, nos muestra al grupo de teatro “Perpetuo Socorro” en una representación en Talavera de la Reina el 22 de diciembre de 1958. No hemos sido capaces de identificar ni la obra ni el lugar de la actuación, de manera que, si alguno de vosotros puede aportar algún dato al respecto, se lo agradeceremos.

El segundo documento nos muestra que, en época de dictadura, incluso algo que hoy nos parece tan inocente como un grupo de teatro aficionado estaba sometido al control más exhaustivo. En 1974 algunos vecinos también de Talavera de la Reina deciden constituirse en grupo de teatro aficionado con el nombre de “El Remo Pequeño Teatro”. Para ello, deben ser autorizados por la Delegación Provincial del Ministerio de Información y Turismo, que pide al Gobernador Civil informe policial de los miembros de la Junta Directiva de la Asociación. Y aquí tenemos el informe en cuestión, detallando las circunstancias de cada uno. Hay que decir que en el expediente del que hemos entresacado este documento se conservan también las correspondientes fichas policiales elaboradas para realizar este informe. Solo cuando se ha comprobado que todos los implicados carecen de significación política, se autorizan las actividades de este grupo teatral.

Por cierto, que el grupo “El Remo” continuará actuando al menos hasta fines de 1977, y el 21 de diciembre de ese año llegaron hasta la portada del periódico “La Voz de Talavera”. Después ya no hemos podido obtener más datos sobre ellos.