Hoy es el día internacional de los Derechos de Autor y nos hemos acordado de un expediente significativo no solo por el tema sino también por la documentación que incorpora. En efecto, el 4 de junio de 1936 el representante en Toledo de la Sociedad General de Autores de España (SGAE) presentó una denuncia ante el Juzgado Municipal contra el propietario del Cine Toledo por infracción de la Ley de Propiedad Intelectual en relación con los derechos de autor de determinadas películas. En concreto, se trataba de 13 películas proyectadas en 14 días (una de ellas se proyectó durante dos días) cuya lista completa podéis ver en la imagen. Podemos adelantar que la SGAE ganó el pleito y la sentencia se emitió el 13 de julio, apenas cinco días antes de declararse la guerra civil, de manera que quizá la sentencia no llegó a hacerse efectiva.

Antes de seguir, conozcamos un poco mejor a los protagonistas. La SGAE se había fundado en 1932 por la unión de varias sociedades de defensa de los derechos de los autores y, como es bien sabido, continúa su actividad hasta hoy. Por su parte, el Cine Toledo nació en 1907 con el nombre de Coliseo Moderno y estaba en la Cuesta del Águila, junto al Hotel Castilla. Sufrió varios cambios de nombre, reformas y remodelaciones y consiguió sobrevivir hasta 1992. Podéis conocer más detalles de su historia en este artículo de Rafael del Cerro.
Volviendo al caso que nos ocupa, la SGAE aporta como prueba los programas o “flyers” utilizados para anunciar las películas, con la excepción del de “El duque de hierro” porque se proyectó en una sesión a beneficio de Acción Católica y no se editaron programas. Entonces como hoy, el predominio norteamericano es apabullante: seis de las trece películas son de esa nacionalidad, seguidas por tres alemanas, dos españolas, una británica y una francesa. La gran mayoría se rodaron en 1934 (es decir, llegaban con dos años de retraso, incluyendo las españolas) aunque “El difunto Christopher Bean” era todavía de un año anterior y “El misterio del cuarto azul”, de Enrich Engels, se rodó en 1932. Podemos añadir que “Por un perro chico una mujer”, de Santiago de la Concha, contaba con música nada menos que de Rodolfo Halffter. Pero, de todas ellas, solo se recuerda hoy “El hombre que sabía demasiado”, uno de los clásicos de Alfred Hitchcock. Además del genio del suspense, algunos de los directores de otras películas alcanzaron cierta notoriedad, aunque en los pasquines nunca se les nombra. Por ejemplo Sam Wood, director de la ya citada “El difunto Christophe Bean”, realizó también de “Una noche en la ópera” o “Bienvenido Mr. Chips”, y el director de “¿Qué hay, Nellie?”, Mervyn LeRoy, sería codirector de “Quo vadis”.
Certificado del aforo del Cine Toledo
Aparte de Hitchcock, el cineasta con más olfato comercial fue Karl Freund, quien ya en 1932 había realizado la más famosa versión de “La momia”, con el inolvidable Boris Karloff y que en esta ocasión traía a Toledo “Las manos de Orlac (Mad Love)”, prácticamente un estreno puesto que se había terminado en 1935. Esta película fue la que tuvo más éxito en nuestro cine, de acuerdo con los datos de recaudación de taquilla: ingresó 18 pesetas en sus dos sesiones del 12 de marzo. Por contraste, la española “¡Viva la vida!”, de José María Castellví, apenas ingresó 3,40 pesetas en total el 20 de febrero. Si tenemos en cuenta que los precios oscilaban entre los 30 céntimos y 1,25 pesetas, lo cierto es que no parece que la sala se llenase sino más bien todo lo contrario. Y era una pena, porque el Cine Toledo, tal como dice el certificado que presenta la Administración de Rentas provincial, tenía una capacidad total de casi 900 personas.
Publicidad de la promoción «Martes fémina»
Para terminar, no dejéis de observar el detalle de la promoción “Martes fémina”, que supone un descuento importante “para señoras y señoritas”, dejando claro que los caballeros tendrían que pagar más.