LAS CARAS DE LA MÚSICA

Hoy, 21 de junio, es el Día Internacional de la Música. Con ese motivo, os presentamos dos de nuestros descubrimientos más recientes. Se trata de dos folios dobles de pergamino con música impresa, que habían sido reutilizados como refuerzo de la encuadernación de sendos protocolos de 1548, uno del notario Juan de Sotelo y otro de su colega Diego Sánchez.

Los dos folios proceden de la misma obra, el Officiarum Toletanum, impreso en Alcalá de Henares por Arnao Guillén de Brocar en  1517.  Se trata de un “gradual”, palabra que designa un canto litúrgico determinado pero que también se utilizaba para designar los libros que recopilaban todas las músicas de la misa; hoy lo llamaríamos “cancionero litúrgico”. El gradual se imprimió a instancias del cardenal Cisneros, quien también encargaría al mismo impresor su celebérrima Biblia Políglota. Así que estamos ante el trabajo de uno de los impresores más famosos del siglo XVI. Por cierto, que la identificación de la obra de la que proceden estos documentos se la debemos (y agradecemos) a Isidoro Castañeda, archivero de la Catedral de Toledo.

De este gradual se conservan varios ejemplares, pero ninguno completo. Uno de los mejor conservados se encuentra hoy en la Biblioteca Histórica Municipal de Madrid y podéis consultarlo digitalizado en la estupenda web Memoria de Madrid. Ahí podemos comprobar que nuestras hojas se corresponden con las imágenes 19 y 20 (para las encontradas en el protocolo de Sotelo) y 21-22 (para el caso de Sánchez), lo que indica que alguien utilizó de manera sistemática un ejemplar completo del libro para este menester, de manera que no es improbable que aparezcan nuevas hojas.

Algunos otros detalles de estos documentos merecen nuestra atención. Ambos presentan las clásicas arrugas y pliegues, producto de la humedad, aunque el del protocolo de Sánchez está bastante más deteriorado. Pero lo más curioso son, sin duda, las caras que se dibujan al principio de algunas de las melodías. Aunque es un recurso estético relativamente habitual, aquí encontramos varias caras diferentes, algunas en actitud de cantar. En fin, digamos que estas dos hojas corresponden al oficio de sendas misas del tiempo de Pascua: una de la feria VI post pascua, es decir, el viernes de la Octava de Pascua, y la otra del sábado in albis, que corresponde al día siguiente, el sábado inmediatamente posterior al Domingo de Resurrección.