En este verano tan especial, muchas personas echan de menos los festivales de teatro, la mayoría de ellos aplazados aunque alguno, como el de Almagro, han conseguido mantener su actividad. Hoy os queremos hablar de teatro, en concreto del antiguo teatro de Orgaz.

El teatro “Calderón” fue fundado por la Sociedad Dramática de Orgaz en 1885, año de su constitución, utilizando la antigua ermita de San Andrés. Su explotación se realizaba mediante arriendo al mejor postor. Conservamos en nuestro archivo los pliegos de condiciones de estos arriendos de varios años entre 1886 y 1916. El más antiguo fue redactado por la propia Sociedad, pero desde 1896 al menos era ya el Ayuntamiento, dueño del local, el que se ocupaba de subastar este servicio. Una de las cosas que llaman la atención de estas subastas es la oscilación del precio del remate final. La primera subasta, la única controlada por la Sociedad Dramática, se adjudicó en 250 pesetas, pero la de 1896, ya bajo control municipal, bajó hasta justo la mitad. En 1910 subió un poco, hasta las 150 pesetas, cantidad que se mantuvo en 1913, pero en los años inmediatos la subida fue espectacular: 385 pesetas en 1914, 402 en 1915 y nada menos que 502 pesetas en 1916. Es evidente que las consecuencias económicas de la I guerra mundial se hacían sentir incluso en los pueblos del interior de España.

Junto con los precios, encontramos otros interesantes detalles. Así, siempre se reservan un par de plazas para las autoridades y en 1896 también tres plazas para otros tantos miembros de la Sociedad por sorteo; esta última condición se suprimiría en años posteriores. También es curiosa la evolución de los usos del local. En 1886 la Sociedad prohíbe expresamente los bailes, pero diez años después el Ayuntamiento los permite aunque solo en Carnaval; además, se añade que se podrá utilizar también para este fin la escuela de niños, pero este inciso finalmente quedará tachado del pliego de condiciones. En 1913 ya se permiten los bailes en cualquier fecha, aunque el Ayuntamiento podrá utilizar el local en cualquier momento para cualquier otro uso, salvo los días de Navidad, Carnaval y la feria de ganado de agosto, fechas en que el baile está garantizado. Al año siguiente se incluye expresamente la posibilidad de dar funciones de cinematógrafo, lo que se mantendrá en el futuro. De hecho, en sus últimos años el local será ya conocido como “Cine Calderón”.

Una de las condiciones del arrendamiento era que cada arrendatario debía elaborar un inventario de los bienes que dejaba al finalizar el año para entregárselo al Ayuntamiento y al arrendatario siguiente. Nosotros conservamos dos de estos inventarios, de 1913 y 1918, que también revelan datos de interés. Por ejemplo, podemos ver cómo el patrimonio se iba deteriorando y hasta desapareciendo. Por ejemplo, de los 21 bancos de madera numerados que había en 1913, solo quedaban 19 en 1918, y dos anotaciones posteriores al margen nos informan de que luego pasaron a 17 y por fin a 16. Los “cinco bancos de madera forrados” del año 13, cinco años después ya se encontraban en mal estado, y al margen una anotación dice lacónicamente: “Nada”. Entre ambos años el “velador con cubierta de hule” ha pasado a “mal estado” y la “banqueta para el apuntador” se ha quedado sin patas; ambos objetos tienen una anotación al margen: “No ay [sic]”. Los objetos más visibles parecen aguantar mejor el paso del tiempo, y en ambos inventarios aparecen 18 bastidores de decoración (eso sí, “en regular estado”), dos bastidores de boca y otro de foro, cuatro telones de fondo (dos de ellos han perdido sus correspondientes cordeles para manejarlos), otro de boca y “una decoración cerrada con sus correspondientes puertas”. Es interesante comprobar cómo entre ambos años han desaparecido todas las luces de petróleo o quinqués, sustituidas por “once brazos aparatos luz eléctrica de una lámpara [sic]… treinta bombillas [y] una luz mineral en el descanso”.

Terminamos recomendando la entrada sobre este tema del blog “Villa de Orgaz”, mantenido por Jesús Gómez Fernández-Cabrera, de donde hemos obtenido algunos datos y donde podréis encontrar muchos mas.
Los documentos a que hacen referencia, y reproducen en parte, forman parte del legado entregado a ese Archivo Provincial por el Grupo Arqueológico y de Costumbres Populares «Villa de Orgaz». Tales legajos fueron tirados entre los escombros resultantes del derribo de unas dependencias municipales hace unos años.
La citada asociación cultural rescato cuanto pudo, pese a los intentos de destrucción una vez loclizados en la tierra de labor donde se tiraron, y una vez fueron denunciados tales hechos.
Me llama mucho la atención que no hiciera el menor caso nuestra consejería de cultura ante tan triste suceso, sin perseguir a los presuntos delincuentes, y ahora se utilicen tales documentos por la administración regional.
Aunque sólo sea con una finalidad divulgativa, creo que este dato aportado por un servidor resulta fundamental para contextualizar el documento objeto de su comentario.
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