EL MERCADER CULTO

El 8 de febrero de 1586 se presenta ante el notario Juan Sánchez de Canales un conocido vecino de Toledo llamado Gaspar Sánchez Cota, primo hermano del notario, por cierto. Pronto casará con doña María de Cepeda y por este motivo quiere hacer inventario de todos los bienes que aporta al matrimonio. Como sabemos, en el siglo XVI eran habituales estas declaraciones, de manera que si uno de los cónyuges muriese sin descendencia, sus bienes volvían a su familia. Un documento similar será el que suscriba, pocos meses después, la futura esposa de Miguel de Cervantes antes de casarse con el escritor, documento con una curiosa historia que ya os contamos en su momento.

Inventario de bienes

Bien, pues don Gaspar viene a hacer lo mismo. Es este su segundo matrimonio y la lista de bienes muebles, inmuebles, dinero en efectivo y deudas diversas abarca casi diez páginas de pulcra letra humanística. Sánchez Cota era un comerciante acomodado, desde luego, bastante culto. Gracias a la investigación de Mario Arellano sabemos que descendía de una acomodada familia de conversos. Tuvo dos hijos legítimos que no le sobrevivieron, pero sí sus dos hijas ilegítimas, ambas citadas en este documento y que recibieron sendas mandas en dinero.

Mapa de Mercator, 1569

El inventario de los bienes presenta algunos detalles interesantes. Así, no hay muchos cuadros, apenas “tres imágenes de Dios Nuestro Señor y una de Nuestra Señora” y “un lienzo pintado al óleo de la Santa Cena, con su cerco de madera dorado”. Eso sí, encontramos “un Discricio de Gerardo Mercate, aforrado en lienzo con su orla de guadamecil”, quizá en referencia al famoso y hoy rarísimo mapamundi elaborado en 1569 por el famoso cosmógrafo alemán Gerhard Kremer, conocido como Gerhardus Mercator. También aparece un arcabuz de rueda y una cota de malla “con sus mangas”, que es poco probable que hubiesen sido utilizados nunca, junto con “dos ajedreces con sus trebejos” y “una sortija de oro de cuatro rubíes y un diamante”. Naturalmente, el inventario enumera la casa principal en la collación de Santa Leocadia, sus deudas y sus acreedores, y sus extensas propiedades en San Martín de Valdeiglesias, incluyendo más de 1.600 arrobas (unos 19.000 litros) de mosto “que agora es vino nuevo”. Además, aparecen muchas piezas de paño de diversos tipos: bayeta, palmilla, estameña, picote, catorceno, tafetán, etc…

Inventario de bienes (detalle)

Pero lo que más nos ha llamado la atención es la lista de libros. Se contabilizan más de 60, algunos de ellos con varios tomos, aunque desgraciadamente hacia la mitad de la lista parece que se cansaron de reseñar los títulos y el escribano se limitó a mencionar “treinta y un cuerpos de dichos libros pequeños y medianos de romance”. Entre los que sí merecieron ser recordados por su nombre encontramos clásicos como Homero, Ovidio o Virgilio, pero también autores contemporáneos: Petrarca, Juan de Mena o el “Orlando furioso” de Torcuato Tasso. Hay también dos libros de música, uno de Miguel de Fuenllana, sin duda su “Orphenica Lyra”, y otro del “Milanés”, es decir, Luis de Milán; ambos son obras para vihuela, instrumento que luego aparecerá entre sus bienes en su testamento. Llama la atención la falta de libros religiosos, apenas compensados por “todas las obras de fray Luis de Granada y el Símbolo de la Fe”, y la abundancia de libros de historia y geografía. Además del mapa ya citado, hay obras de Florián de Ocampo, de Ambrosio de Morales, una “Historia de África”, la “Crónica de Juan II” y hasta un libro prohibido, la “Historia de las Indias” de Francisco López de Gomara. Además, aparece un ejemplar de Tito Livio en castellano del que se dice que “es copioso” y no es para menos: las ediciones actuales de “Ab Urbe condita” llegan a las 600 páginas.

Inventario de bienes (detalle)

La investigación de Mario Arellano que hemos citado nos dice que toda esta herencia fue subastada en almoneda a su muerte en 1611, incluyendo su biblioteca, que había sido muy aumentada y que se vendió íntegra a un librero toledano.

3 comentarios en “EL MERCADER CULTO

  1. Enhorabuena y gracias por el post, Equipo.
    Quizá no se atan raro que no cuente con libros piadosos ni de espiritualidad cristiana y sí con el Símbolo de la Fe y todos los de Granada. Subyace claramente un poso criptojudío en sus lecturas porque esos libros (y otros como el Espejo de Consolación de Pobres) eran best seller entre la comunidad conversa castellana, por las muchas citas que incluían en el antiguo testamento.
    Pasaré al archivo a ver ese inventario a ver si saco algunos de los libros descritos, que seguro que esa librería merece la pena, aunque se describa solo la mitad (algo habitual cuando entraban los libros en 8º y 12º…)
    Lo dicho, enhorabuena y esperamos más noticias como esta.

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