La llamada “crisis de las banderas” es un episodio de la independencia de Guinea Ecuatorial que provocó la evacuación de todos los españoles de aquel país. Al llegar a España, la situación de estos repatriados no siempre debió ser envidiable. Así lo muestra esta petición de uno de ellos, establecido en Toledo, al que el Gobierno Civil concede 7.000 pesetas mientras consigue algún otro tipo de subsidio o algún trabajo. Pero debemos explicar cómo se llegó hasta ese punto.
El proceso de descolonización de la actual República de Guinea Ecuatorial es largo y se puede considerar que empieza en 1956, cuando la colonia de Guinea Española, creada formalmente treinta años atrás, se transforma en dos provincias, equiparables a las provincias peninsulares: Rio Muni, que abarcaba la zona continental, y Fernando Poo, que incluía las actuales islas de Bioko al norte y Annobón al sur. Pronto se haría sentir la presión internacional sobre España para descolonizar el territorio. En 1963, previo referéndum, se otorgó autonomía administrativa a las dos provincias bajo el nombre conjunto de Guinea Ecuatorial, y en 1967, con la mediación de la ONU, se inauguraron en Madrid las conversaciones para la independencia total, que llegaría en octubre de 1968, con la firma de un acuerdo entre España y la nueva República.
Este acuerdo contemplaba la permanencia en Guinea Ecuatorial de un grupo de funcionarios y militares españoles, teóricamente con la intención de favorecer la transición. Pero la situación se deterioró rápidamente, en un contexto de colapso económico (la mayor parte de los capitales había huido a España) y de deriva dictatorial por parte del nuevo presidente, Francisco Macías, quien aprovechó y fomentó los sentimientos anti-españoles de la población. En febrero de 1969 Macías ordenó que solo ondease una bandera española en el país, la de la embajada, pero el cónsul en Bata mantuvo izada la de su residencia particular. Macías ordena a la Guardia Nacional guineana que retire la bandera por la fuerza. El gobierno de Carrero Blanco reacciona con un amago de ocupación militar de los puntos neurálgicos del país, pero casi inmediatamente da marcha atrás y ordena la evacuación de los españoles. A principios de marzo Macías afirma haber abortado un golpe de Estado, lo que le sirve de excusa para una amplia y sangrienta purga de sus adversarios políticos. España envía algunos navíos de guerra para evacuar a los 6.800 españoles, la mayor parte funcionarios y empresarios con sus familias, operación muy dificultosa que no terminaría hasta el mes de abril.
Desde el mismo mes de marzo de 1969 se había creado una “Comisión Interministerial para Ayuda a los Repatriados de Guinea”, que delegó su actuación en provincias en los respectivos gobernadores civiles. Pero ya en 1971, la Comisión encarga las cuestiones de atención social a estos repatriados a Cáritas, dejando a los que no hubieran conseguido reintegrarse al amparo de esta organización caritativa.
Si queréis conocer más detalles sobre este episodio y, en general, sobre la descolonización de Guinea Ecuatorial, podéis consultar este trabajo del profesor José Luis Rodríguez Jiménez, publicado en una web especializada en asuntos guineanos en noviembre de 2016.