DE CIGARRALES Y ARRABALES

En nuestra exposición “Edificios de papel” —que, por cierto, ha finalizado hoy— hay dos fotografías que cobran todo su sentido cuando se las contempla juntas. Por un lado, una idílica vista parcial de la ciudad de Toledo desde un “cigarral”. Como sabéis todos los toledanos, y también muchos que no lo sois, los cigarrales son casas de campo características de los alrededores de la ciudad, sobre todo en sus zonas sur y occidental. Parece ser que empezaron siendo casas de labranza al menos desde el siglo XVI, aunque también se utilizaban como residencia, y a partir del XIX este último fue ya el uso casi exclusivo que se les dio, y que permanece en la actualidad. Algunos alcanzaron cierto renombre, como el de Buenavista, que acogió algunas tertulias literarias durante nuestro Siglo de Oro, o el Cigarral de Menores, donde el doctor Marañón recibía a políticos e intelectuales de renombre durante los años 20 y 30 del pasado siglo. Han tenido los cigarrales también fortuna literaria: Pérez Galdós utiliza uno de ellos (en realidad, probablemente no era un edificio concreto, sino una composición del escritor) en su novela “Ángel Guerra”, y Tirso de Molina les dedica su novela “Los cigarrales de Toledo”.

CMD2 - 153

En todo caso, los cigarrales siempre se han relacionado con personas pudientes. La fotografía que os ofrecemos, un tanto estereotipada, muestra claramente esta condición de residencia relativamente lujosa. Digamos que no hemos conseguido identificar el edificio concreto, y cualquier sugerencia por vuestra parte será, como siempre, muy bienvenida.

Album 4-1502

Como contraste, esta vista de las casas de la Antequeruela, el arrabal toledano situado entre las dos murallas que miran al norte de la ciudad; una de ellas se puede apreciar perfectamente a la izquierda de la imagen. Pese a su antigüedad (el barrio parece que ya existía en época musulmana), esta zona siempre se ha caracterizado por su vecindario humilde y su déficit en instalaciones y equipamientos, hasta bien entrado el siglo pasado, como lo muestra claramente la imagen. Al fondo podemos ver la iglesia de Santiago del Arrabal y el edificio de la Diputación Provincial y más cerca, como presidiendo el barrio, la Puerta de Bisagra. Como en la imagen del cigarral, también aquí los monumentos toledanos sirven de fondo a otras arquitecturas, aunque sean muy diferentes entre sí.