Esta semana, la Guardia Civil celebra los actos de la fiesta de su Patrona, la Virgen del Pilar, que este año tienen como centro la ciudad de Toledo. Con este motivo, os ofrecemos algunas fotos de este cuerpo policial que ha formado y forma parte de nuestro entorno, en especial en el campo.
Como es sabido, la Guardia Civil se creó en 1844 por iniciativa del II Duque de Ahumada. Desde el primer momento fue concebida como una fuerza policial, pero con una organización militar. Esta doble carácter, entre civil y militar, se mantiene hasta hoy. Combina la misión genérica de policía rural con algunas tareas específicas que han ido cambiando con el tiempo, desde el control de tráfico interurbano a la vigilancia aduanera. Y, como sucede con todas las policías, es aborrecida y admirada por igual, según las circunstancias de cada uno.
La primera de las fotos que os ofrecemos hoy nos muestra a un grupo de guardias civiles a caballo reprimiendo las manifestaciones que se produjeron en enero de 1934 en la plaza de Zocodover de Toledo con motivo de la llamada “revuelta del pan”.
Pocos meses después el gobierno, entonces presidido por Alejandro Lerroux, del Partido Republicano Radical, organizó una serie de homenajes a la Guardia Civil para agradecerles su actuación en diversas algaradas, entre ellas la que hemos mencionado, pero también, y sobre todo, la rebelión de los mineros asturianos en octubre de 1934. La fotografía corresponde al homenaje realizado en Albacete el 15 de septiembre de 1935, durante el cual se entregó una bandera al comandante Molina, jefe del cuerpo en la ciudad. Además de los propios Lerroux y Molina, se pueden identificar en la fotografía al gobernador civil José Aparicio Albiñana y a la madrina del acto, Carmen Domingo. Señalemos que apenas diez días después Alejandro Lerroux dimitiría de su cargo de Presidente del Gobierno, y que nueve meses después este mismo comandante Molina encabezaría la sublevación contra la República en Albacete. En 2005, el periódico “la Verdad” elaboró una interesante crónica retrospectiva del acto.
Con tensiones o sin ellas, la Guardia Civil siempre ha formado parte de las estructuras de poder, sobre todo en el nivel local. Dicho de otro modo: el jefe local del cuerpo siempre ha formado parte de las “fuerzas vivas” de cualquier pueblo, junto con el cura y el alcalde. Y aquí los tenemos a los tres, aunque no hemos podido identificar ni sus nombres ni el lugar, ni tampoco la identidad del otro caballero que posa con ellos. Como siempre, cualquier sugerencia al respecto será bienvenida.