Hoy damos a conocer un documento que creemos inédito, descubierto recientemente por Hilario Rodríguez de Gracia, investigador habitual de nuestro Archivo, al que agradecemos su localización. Se trata de un recibo otorgado por el poeta Baltasar Elisio de Medinilla en favor de la Cofradía de Santa Caridad de Toledo por 30.000 maravedís de la renta del patronato y memorias que habían fundado Alonso Daza Ramírez y su mujer Gracia de Rentería. El documento está fechado el 24 de abril de 1617, ante el notario de Toledo Juan Ruiz de Santa María, y, como podéis ver, está firmado por el propio poeta.
Baltasar de Medinilla fue un notable poeta perteneciente a los círculos literarios que florecieron en Toledo a finales del siglo XVI y principios del XVII, mereciendo los elogios y la amistad personal de Lope de Vega. Fue criado del conde de Mora, impulsor de uno de los cenáculos literarios más de moda en el momento, y participó también en otras reuniones literarias, como la famosa que se reunía en el Cigarral de Buenavista, donde hoy se alza un lujoso hotel. Nuestro escritor participó brillantemente en las competiciones poéticas en honor de San Ignacio de Loyola en 1612 y de Santa Teresa en 1614 y, en general, parece que era una persona muy piadosa y apreciada por la mayor parte de sus convecinos y colegas. Por eso su muerte llamó tanto la atención.
En efecto, Baltasar fue asesinado la noche del 30 de agosto de 1620 por uno de sus amigos de la infancia, Jerónimo de Andrada, señor de Olías. En realidad, don Jerónimo pretendía matar a su propia hermana, doña Inés, al parecer porque ésta le había arrebatado el mayorazgo de su familia. En ese momento Medinilla, que se encontraba presente, se interpuso para evitar el fratricidio y se llevó la estocada mortal. El suceso tuvo alborotada toda la ciudad y, como es comprensible, impactó sobre todo entre los literatos amigos del poeta, que eran muchos. Hay que decir que don Jerónimo fue rápidamente detenido pero el proceso judicial no terminó hasta nueve años después, cuando llegó a un acuerdo con las hermanas de Medinilla para resarcirles con una capellanía y su renta correspondiente, además de cuatro años de destierro de Toledo.
El suceso tuvo lugar en la casa frontera al convento de carmelitas descalzas, actualmente número 1 de la Plaza de Santa Teresa. Hoy existe en su fachada una placa que recuerda el suceso. Conocemos muchos detalles precisamente por la narración que hace la superiora del convento en una carta que envía a su homóloga del convento de Santa Ana de Madrid y que fue publicada en 1920 por fray Gerardo de San Juan de la Cruz.